Eddie Woolsey2019-12-22T18:08:38+00:00No quiero dejar pasar mas días de este año que está por concluir sin detenerme y celebrar la fidelidad de Dios sobre nuestra familia en 2019.
Celebramos la fidelidad de Dios cuando reconocemos su cuidado sobre nosotros. Celebramos la fidelidad de Dios cuando tomamos un momento para reflexionar en su amor y protección. Celebramos la fidelidad de Dios cuando volteamos a nuestro alrededor y observamos sus bendiciones; o cuando volteamos hacia atrás y nos damos cuenta cuan bueno ha sido el. También Celebramos la fidelidad de Dios cuando llegamos a un momento como este, que representa el final de un ciclo e inicio otro; trayendo a la memoria todo lo que ocurrió durante el ciclo que termina. Cuando observamos la compañía de Dios en todo momento solo podemos darle gracias y celebrar su fidelidad.
Celebrar la fidelidad de Dios no significa que todo es como siempre lo hemos deseado; lo que significa, es que a pesar de todo lo que hemos vivido sea bueno o no tan bueno, podemos decir que Dios ha estado con nosotros.
Celebramos la fidelidad de Dios porque reconocemos que el nos ayudó a cruzar por el valle de sombra y de muerte; y que también nos acompañó en los momentos en los que todo fue bueno y agradable.
Este año, muchos hemos tenido grandes satisfacciones, pero también grandes dolores de los que quizá aún no nos reponemos. Algunos este año alcanzaron logros: crecimiento, salud, matrimonio, paternidad, alegría y gozo. Otros quizá este año han tenido algunas pérdidas, algunas derrotas, algunas despedidas, algunas frustraciones y algunas preguntas para las que aún no hay respuestas. Cada uno ha vivido sus propias experiencias este año; sin embargo, todos tenemos un común denominador: Dios ha sido fiel. Nunca nos ha dejado y nunca lo hará.
En cuanto a ti, quizá volteas atrás y descubres que este año alguien sin explicación alguna se fue de tu vida; se lo que es eso. Pero también vas a descubrir que hay alguien que escogió quedarse contigo. En este año, quizá algo perdiste; se lo que es eso, pero también algo ganaste, por lo tanto vale la pena tomar la decisión de ser feliz en lugar de vivir amargado; insisto, es una decisión.
Para mi familia y para mi este año ha sido un buen año. Sí hubo situaciones que implicaron estrés, ajustes, dudas, incertidumbre, dolor y decepción. Pero también hubo situaciones de gran gozo, alegría y descubrimiento de nuevas experiencias. Este año, por primera vez en la vida tuvimos unas vacaciones de verdad; fue un regalo de Dios. Gracias a quien Dios usó para esto, tu sabes quien eres. Además, Laura y Yo cumplimos 25 años de casados; vinimos a vivir a los Estados Unidos, mi hijo esta enrolado en la escuela y le está yendo genial. La iglesia en Mazatlán está bien etc. Este año, después de diez años volví a grabar un disco: Solemnemente; con el cual viajé muchísimo a distintos lugares: estuve en 25 distintas ciudades este año. Estoy a punto de sacar mi libro de matrimonios: Juntos, sanos y enamorados. Dios ha sido bueno.
Para avanzar a la siguiente etapa en la vida, simplemente tienes que estar dispuesto a dejar ir la anterior haya sido buena o mala. Si alguien se fue de nuestras vidas, hay que dejarlo ir y estar abiertos a quien seguramente Dios traerá. Sin un ciclo terminó, pues déjalo atrás, seguramente Dios abrirá un ciclo nuevo. El nos lleva de gloria en gloria y de triunfo en triunfo. Despedimos el 2019 y con gozo le damos la bienvenida al 2020 con todo lo que incluya: nuevos proyectos, nuevos amigos, nuevos retos y nuevas batallas.
Este año, yo tengo mucho que celebrar. ¿Y tu? ¿Te has detenido a reflexionar en cuan bueno ha sido Dios contigo durante este año y le has dado gracias?