La exclusion
Para Ser parte de la congregación del Señor había un proceso: la circunsición. Y ya siendo parte, había situaciones que podrian causar el ser expulsado de la congregación de manera temporal o definitiva. Pero había situaciones de exclusion insuperables, por ejemplo:
Deuteronomio 23:1-3 No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril. No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová. No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre,
Los lineamientos eran claros. Ser parte de la congregación era un privilegio valioso que no era para todos: había restricciones raciales, morales, físicos.
Muchos de nosotros por una razón o por otra, habríamos sido excluidos de la congregación del Señor, pero ahora en Cristo tenemos entrada, somos aceptados, amados, somos parte de la familia, nos sentamos a comer de su mesa porque Jesus llevo sobre el todos los elementos de nuestra exclusion para que hoy seamos aceptos en el amado.