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Un criterio generacional

Ya estamos en la segunda mitad de nuestra serie Hablemos de la familia. ¡Que aventura tan emocionante el descubrir las características de la familia escogida por Dios para repoblar la tierra después del diluvio! la familia de Noé.

Dios provee un modelo de familia, para que empecemos de nuevo.

Y que bueno que Dios lo provee porque hay muchas cosas que tendremos que repensar, para hacerlas mejor después que termine este tiempo aislamiento social, y necesitaremos un mapa que seguir.

¿Que características tenía la familia de Noé? ¿Porque Dios los escogió a ellos para repoblar la tierra?

Hasta hoy hemos visto que tenía un padre con autoridad espiritual, y que  como familia eran inclinados a agradar a Dios.

El día de hoy veremos una característica mas, la cual es muy importante y es que además de lo anterior, al parecer tenían un criterio generacional. Es decir, ellos no actuaban pensando solo en el aquí y el ahora, ellos pensaban generacionalmente; pensaban mas allá de su círculo familiar primario.

Muchos de los problemas que se tienen a nivel de las familias, es precisamente por no pensar en así. A veces no se tiene cuidado al emitir un juicio contra una posible nuera o posible yerno, pensando que  con ese juicio evitarán una unión matrimonial, y al concretarse esa unión, se lleva a cabo en medio de un conflicto, o una enemistad que no siempre se logra sanar del todo. 

La esposa de nuestro hijo será nuestra nuera; el esposo de nuestra hija será nuestro yerno. ¿Como queremos que sea la relación con ellos? Responder a esta pregunta, establecerá el parámetro del como les trataremos y cual será nuestro comportamiento con ellos. Por ello es importantísimo que aprendamos a pensar a largo plazo; para no dejarnos llevar por impulsos y arranques momentáneos. 

Cuan importante se vuelve que desde pequeños ejerzamos una influencia en nuestros hijos, la cual vaya mas allá de nuestro círculo familiar primario. Es decir; que la fe  y los valores nuestros como padres alcancen a nuestros hijos; y ellos a su vez los reproduzcan en sus familias sin desvincularse de nosotros. 

Esto es algo que nosotros podemos ver en la familia de Noé, veamos

Génesis 6:18RV60 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo

Y tal como Dios se lo indicó, así sucedió: entró el, su esposa, sus hijos y sus nueras en el arca.  Hace mucha falta este criterio en las familias de nuestros días.

Imagínate que las nueras de Noé no hubieran querido saber nada ni de Noé, ni de la esposa de Noé, ni de las concuñas, ni de los cuñados. ¿Cual habría sido el resultado? Y si Noé las hubiera metido a fuerzas al arca, ¿Como hubiera sido el ambiente dentro del arca? ¿Te lo puedes imagina? Dios jamás los hubiera escogido para el proyecto de repoblar la tierra, si esa situación no hubiera estado resuelta. 

La Familia de Noé, definitivamente tenían esa área bajo control porque la Biblia generalmente nos permite ver las fallas de los personajes que allí aparecen; la Biblia no oculta los errores de sus personajes porque Dios quiere que aprendamos de ellos.  Por ejemplo; veamos el mismo concepto pero en la relación entre Isaac y Rebeca  y sus nueras:

Génesis 27:46 46 Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?

Aquí Rebeca se está quejando y hablando mal de las mujeres de la región de donde su hijo Esaú consiguió esposa. Y esta tramando un plan para que su otro hijo Jacob, se vaya a tomar mujer de otra parte.  

Rebeca no toleraba a las mujeres de la región donde vivían. Obviamente no hubo el mismo cuidado con Jacob, en la selección de esposa por parte de su hijo mayor Esaú.

Repito, la Biblia no oculta los conflictos personales o familiares que tienen sus personajes porque Dios quiere que aprendamos de ellos. Es Obvio, que la relación familiar entre Isaac y Rebeca con las nueras no es buena; hay problemas. Imagínate los días de las madres, Navidad, año nuevo, día del niño, cumpleaños etc. en un ambiente así.  

Pero la familia de Noé era otra cosa muy distinta. Era una familia cuya influencia espiritual fue mas allá del circulo familiar primario. 

Al parecer Noé tuvo la capacidad de ejercer influencia espiritual sobre su esposa, sobre sus hijos y sobre sus nueras.

Esta es una lección muy especial tanto para los hombres como para las mujeres. Para los padres y para los hijos. Y es una lección muy importante para los suegros y las para los yernos y nueras. 

Dios nos está llamando a vivir vidas que reflejen una capacidad de relacionarnos los unos con los otros porque el regulador que controla nuestras relaciones es el amor de Dios el cual afirmamos mediante nuestra relación con Dios.

Si antes de esta cuarentena la relación entre suegros y nueras, o suegros y yernos no fue buena, es tiempo de limar asperezas y reconciliarnos, porque esta pandemia nos ha enseñado que la vida es frágil, es corta, es fugaz, y no deberíamos pasarnos en conflictos el poco tiempo que tenemos para disfrutarnos.

Un criterio generacional nos da herramientas para construir una relación sana con las familias de nuestros hijos.

¿Cual es son las herramientas para construir una relación sana con las familias de nuestros hijos?

Visión.

Una visión es una idea clara del futuro deseado. 

Los padres debemos hacernos esta pregunta: 

¿Como podría y debería ser nuestra relación con la familia de nuestros hijos e hijas? 

Una vez que tienes la respuesta o las respuestas, empiezas a trabajar en eso desde ya.

Construir una visión será como sembrar con paciencia, esperando la cosecha en el tiempo señalado. No te desesperes, empieza a sembrar y en su tiempo lo verás.

¿Cual es son las herramientas para construir una relación sana con las familias de nuestros hijos?

Comunicación.

Una vez que tienes clara la visión de la relación que anhelas tener con las familias de tus hijos, empiezas a comunicar esa visión a tus hijos desde pequeños; y te mantienes comunicando esa visión a lo largo de los años.

Un error común de los padres es no hablar con sus hijos sobre temas de gran importancia; entre ellos el noviazgo y el matrimonio. Ese fue el asunto entre Isaac y Rebeca con su hijo Esaú. Porque la Biblia dice:

Génesis 28:6-8 Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán; y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram. Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre;

¿Porque Esaú se caso con un tipo de mujer que no agradaba a sus padres? La respuesta es que no lo sabía. 

¿En que momento supo Esaú el tipo de esposa que a sus padres les hubiera gustado para el? Cuando ya estaba casado. Eso es un problema. 

Si tu hijo ya está casado, ya no es el momento para decirle: yo esperaba otro tipo de persona para ti.

¿Saben tus hijos el tipo de persona con el que a ti te gustaría que ellos se relacionaran? ¿Saben tus hijos cual es tu idea del mejor momento para iniciar un noviazgo? ¿Saben tus hijos como te imaginas su boda? 

Si la respuesta es no, entonces, puedes esperar cualquier cosa. Y que la suerte decida sobre eso.

Y si alguien dice: mis hijos aún son pequeños para hablar de este tema con ellos: Te diré que el objetivo al abordar este asunto cuando tus hijos son pequeños, no es que te entiendan, sino que se familiaricen con el concepto. Y cuando crezcan y puedas entablar estos temas con ellos, estarán perfectamente entendidos de lo que esperas y oras al respecto.

Si la respuesta es: ya es demasiado tarde, ya se casó y nuestra relación con su esposa es un desastre; te diría, has todo lo que esté de tu parte para que esa relación sane.

¿Cual es son las herramientas para construir una relación sana con las familias de nuestros hijos?

Oración.

Todo lo que tiene que ver con formar a un ser humano, es un asunto a largo plazo que implica dosis muy altas de incertidumbre, por lo tanto, la fe y la confianza en Dios son cruciales; para esa espera con paciencia se necesita orar.

¿Como nos podemos mantener en una visión a largo plazo sin perder la esperanza y la motivación? Orando. 

Orando por nuestros hijos, orando por las esposas y esposos de nuestros hijos e hijas. Orando por lo que esperamos que sea nuestra relación con las familias de ellos. Orar, te mantiene enfocado en la visión, orar, te mantiene fortalecido en la espera y orar provoca la intervención de Dios en el asunto donde tu no tienes capacidad de maniobra.

Orar es reconocer que no tenemos el control de todas las cosas. Orar es reconocer que necesitamos la ayuda de Dios en ciertos asuntos. Orar es una oportunidad de afilar nuestros pensamientos respecto del asunto que es importante. Orar es desahogar nuestra alma respecto de un asunto que nos agobia. 

En este y en mucho otros asuntos de la educación de nuestros hijos la clave es orar.

La familia de Noe es un ejemplo en muchos sentidos, al parecer en este asunto también lo es. Su relación con su esposa, hijos y nueras le permitió caminar con éxito en un proyecto muy arriesgado.

¿Cual fue el elemento determinante? Un criterio generacional el cual le dio las herramientas para construir una relación sana con sus hijos y sus familias.

Musica.

Pidamos a Dios ayuda en este asunto. Que nos ayude a definir una visión clara del como podría y debería ser nuestra relación con las familias de nuestros hijos. Que nos ayude a comunicar con claridad nuestro corazón y nuestros pensamientos a nuestros hijos.

Oración.

Invitación a recibir a Cristo.

 

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