Distintivo especial
En el antiguo pacto Dos quería rebelarse al mundo a través de su pueblo el cual brillaría por tener un distintivo especial que llamaría la atención de las naciones; las cuales al quererlo descubrir encontrarían a Dios y su palabra.
Deuteronomio 4:6-8 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
El distintivo especial del pueblo de Dios siempre será la cercanía con Dios, y las sabiduría de su proceder al aplicar su palabra.
Lo que distingue al hijo de Dios no es las grandes catedrales donde adora, no es la prosperidad de sus empresas, ni amasar grandes riquezas, es el hecho que nuestro Dios es cercano y personal como lo es un padre bueno; y el hecho de tener su palabra que nos guia como lampara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino.