Isaias 49:14-16 14 Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. 15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. 16 He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.

Es interesante que cuando hay dificultades nuestro primer pensamiento es que Dios se ha olvidado de nosotros.

Así se sentía el pueblo de Dios, y quizá Así te sientes tu; como en ocaciones también me he sentido yo.

Pero Dios afirma que el nunca se olvidara de su pueblo. 

De esto  aprendemos que Dios no se olvida de nosotros. Dios dice que somos como un tatuaje en sus manos para el, y que siempre estamos en sus pensamientos.

Esto debe darnos esperanza cuando estamos en aflicción, sabiendo que  el no nos olvida; y así como Dios restauró a su pueblo,  Dios te puede restaurar a ti.