Trabajar duro, descansar rico.
Ayer llegue de viaje. Fue un viaje muy padre porque pude hacer lo que me gusta, y sobre todo aquello para lo cual existo: trabajar para Dios, compartiendo su palabra para inspirar, animar e instruir a la gente en su caminar con Dios.
Fue un viaje intenso por los aviones, la espera en los aeropuertos, los traslados y las nueve predicaciones en pocos días.
Pero ya estoy casa con mi familia, y el simple hecho de llegar aquí es un descanso.
Que importante es tener estas dos experiencias constantemente: el trabajo duro, y el descanso reparador.
A veces, porque no somos dados a descansar, que se nos tiene que ordenar descansar; como cuando Dios le ordenó a Israel separar un día a la semana para eso: descansar.
Exodo16:29 29 Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.
En el descanso, se medita en Dios, se recrea la persona y se pasa tiempo en familia.
Hoy en día, precisamente por falta de ser disciplinados en el descanso y la recreación, tenemos tanta depresión, ansiedad y desconexión familiar.
Si descansar no se te da natural, oblígate. Hay que trabajar duro, y hay que descasar rico.
Abrazos a todos!!
ew